
La omisión de lo superfluo.
Para empezar a hablar sobre la vivienda mínima vamos a extraer la definición que hace John Pawson, en su libro Minimum. ‘Lo mínimo puede definirse como la perfección que un objeto alcanza cuando ya no es posible mejorarla por sustracción, la cualidad que tiene cuando el más nimio detalle ha sido reducido a lo esencial. Es el resultado de la omisión de lo superfluo.’
La crisis económica, la superpoblación y la tasa de desempleo junto con un mercado variable, como es el inmobiliario, han originado un panorama de incertidumbre a la hora de invertir en una vivienda propia. Un mismo producto tiene un valor distinto según en la zona geográfica, su proximidad a los centros de la población, etc. Al final todos son miedos a equivocarnos en la búsqueda del hogar perfecto.
Queremos una vivienda con todo, sin parar muchas veces a razonar que es ese todo. Y muchas veces no nos damos cuenta que nos sobra algo, un "algo" que no es igual para todos.
La cabaña.
Para saber qué nos sobra o falta quizá hay que remontarse al concepto original de vivienda, obtener el menor elemento útil del concepto vivienda, como hemos comentado. Para eso nos referimos al texto sobre la cabaña primitiva que aparece por primera vez en "De Architectura" de "Vitruvio" al mostrar las ventajas del fuego.
Por tanto, con ocasión del fuego surgieron entre los hombres las reuniones, las asambleas y la vida en común, que cada vez se fueron viendo más concurridas en un mismo lugar; (...) comenzaron unos a procurarse techados utilizando ramas y otros a cavar grutas bajo los montes, y algunos a hacer, imitando los nidos de las golondrinas con barro y ramas, recintos donde poder guarecerse. Luego, otros, observando los techos de sus vecinos y añadiéndoles ideas nuevas, fueron de día en día mejorando los tipos de sus chozas. (...) Al principio plantaron horcones, y entrelazándolos con ramas levantaron paredes que cubrieron con barro; otros edificaron, con terrones y céspedes secos, sobre los que colocaron maderos cruzados, cubriendo todo ello con cañas y ramas secas para resguardarse de las lluvias y del calor; pero para que semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias invernales, las remataban en punta y las cubrían con barro para que, merced a los techos inclinados, resbalase el agua.
Lo mínimo.
Por lo tanto primero hay que identificar la estructura básica la vivienda, en esta clasificación estableceremos tres zonas claramente diferenciadas:
zona de día
zona de noche
zona de servicio
En la zona de día se realizan las actividades diarias de la vivienda, mientra que en la zona de noche es donde descansamos y en la zona de servicio corresponde a la cocina y otros espacios necesarios para la nutrición e higiene. Relacionarnos, descansar, nutrirnos, asearnos son necesidades que no han cambiado a lo largo del tiempo. Por lo que consideramos como los objetos mínimos osbre los que vamos a empezar a enfocar el análisis de nuestra vivienda mínima.
La casa moderna.
Está claro que la vivienda mínima surgió de una necesidad básica de protección que ya no se tenía al haber abandonado la cueva. Con el tiempo, los cambios de costumbres y los avances se fue modificando el interior de la cabaña mínima. Entorno, cultura, sociedad,... factores que hacen que se modifiquen las características de la misma. No vamos a hacer un análisis histórico de la evolución de la vivienda pero queda claro que la casa moderna es totalmente distinta a cualquier tipo de vivienda anterior.
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