
Segundo artículo sobre la vivienda mínima. y no hemos empezado a realizar lineas puesto que el proceso de proyección necesita de una reflexión previa. Esta es una de las bases de la metodología BIM, analizar todos los datos previos necesarios para poder proyectar nuestra vivienda mínima y que no quede nada por definir. Por lo que hay que empezar por la función antes que la forma.
La función como elemento de diseño en la vivienda mínima.
Como ya comentamos en el anterior artículo, la vivienda mínima parte, como premisa, en la eliminación de lo innecesario, de lo no útil. Por eso la base para poder originar la arquitectura es la función antes que la forma. La función como elemento de diseño en la vivienda mínima.
No voy a negar que la forma tiene importancia, pero solo cuando su función es ser un elemento característico dentro de un espacio urbano. Pero lo importante es que la forma no condicione la función.
Una vez tengamos clara la función ya nos encargaremos de la forma.
La división de la vivienda en dos zonas.
La función empieza con la división de la vivienda en dos zonas: la zona de día y la zona de noche
El sentido de esos dos espacios es claro, la zona de día para las funciones de día, las relaciones dentro de la vivienda, mientras que la zona de noche es básicamente para el descanso. Estos espacios no son herméticos para cada función sino que hay funciones que invaden los otros espacios. Dentro de la propia zona de día encontramos la zona de servicio donde se encuentraa la zona de producción de la vivienda, como la cocina.
Con estos tres elementos se introducen las premisas de la vivienda en función de las necesidades del morador de la misma. Lo que hacemos con estos datos es darle una dimensión básica a la vivienda mínima.
Cada espacio requiere una orientación concreta.
Empezamos a orientar todos los elementos según las necesidades básicas de cada espacio. Recordemos que la zona de día comprende las estancias del salón y el comedor, mientras que la zona de noche son las habitaciones.
La zona de día necesita una orientación sur ya que requiere el aprovechamiento máximo del sol, la actividad en esa zona es la más intensa. Necesita luz, necesita radiación,... por lo que con una orientación sur el aprovechamiento es máximo, es más eficiente.
La zona de noche requiere básicamente una orientación oeste, esta luz es la más intensa por la tarde, ayuda a que este espacio está más caliente antes de ir a descansar.
Hay que evitar que estas dos zonas se crucen entre ellas.
Dentro de la zona de día está la zona de servicios, que se corresponde a la cocina. Este espacio está orientado más hacia el norte, donde la luz es más homogénea, evitando deslumbramientos y un exceso de calor.
Con estas premisas básicas empezamos a diseñar la vivienda mínima. Una vivienda que es mínima por lo pocos recursos que consume no por reducir su espacio. Aunque vamos a diseñar la vivienda mediante valores mínimos no vamos a hacerla más pequeña espacialmente, plantearemos un mínimo para aumentarlo según la necesidad del usuario.
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